Introducción
Ficha técnica
Desde el año 1993 ENDESA tenía en sus manos los derechos de agua del Río Futaleufú. dichos derechos serían usados con fines hidroeléctricos, mediante la construcción de dos grandes represas en el río Futaleufú y otra en el Río Espolón, uno de los principales tributarios del Futaleufú. La capacidad instalada de generación de energía de estos proyectos ascendia a los 1.330 MW. Desde sus inicios, este proyecto tuvo gran oposición comunitaria y desde diferentes frentes, la voz local en contra de las represas se hizo escuchar.
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Futaleufú Riverkeeper se unió a estos esfuerzos el año 2012, movilizando a la comunidad local y nacional mediante monitoreo de los Derechos de Agua, vigilancia a ENDESA (ahora ENEL) y a la política pública de la época, gestión de eventos de concientización y difusión comunicacional.
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Así mismo, la estrategia de la “Campaña Futaleufú Sin Represas” incluyó una serie de acciones propositivas que demostraran que la vocación de Futaleufú siempre ha estado orientada hacia la cultura local, el turismo sustentable y la protección del patrimonio natural, especialmente sus ríos.
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El año 2016 ENDESA decide renunciar a sus derechos de agua y devolverlos al Estado. En ese momento, Futaleufú Riverkeeper intentó solicitar dichos derechos para conservación y turismo, sin éxito. Desde la fecha Futaleufú Riverkeeper ha organizado su trabajo para fortalecer la idea de que Futaleufú y Patagonia tienen una visión de desarrollo que no implica la destrucción de sus bienes naturales.
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Actualmente (2024) estamos a punto de establecer una Reserva de Caudal para el río Futaleufú, que finalmente pondría fin al negocio de la transacción de Derechos de Agua y reivindicaría la vocación turística, socioeconómica y cultural de Futaleufú.